UN DÍA EN LAS HOCES DEL RÍO DURATÓN

UN DÍA EN LAS HOCES DEL RÍO DURATÓN

Hoy te voy a recomendar una experiencia para que pases un buen día en la naturaleza. La puedes hacer en grupo, con tu familia o con tus amigos, es una ruta para todos los públicos.

La provincia de Segovia esconde parajes de una gran belleza, sin duda las Hoces del río Duratón es uno de los espacios donde se respira una gran tranquilidad y una buena experiencia para pasa desconectar.

El río Duratón nace en las estribaciones del puerto de Somosierra, baja unos kilómetros y al llegar a la localidad de Sepúlveda, comienza un recorrido de más de 30 kilómetros excavando grandes hoces. ¿Y qué son las hoces?, la erosión que ha ido excavando el río sobre la roca caliza a lo largo de miles y miles de años. En algunos lugares la profundidad llega a alcanzar los 100 metros de altura.

Hoces Río Duratón

En nuestra ruta podemos partir desde Sepúlveda, y  adentrarnos por unas diminutas carreteras que nos llevarán hasta el pequeño pueblo de Villaseca, desde donde parte una pista forestal de pocos kilómetros que nos llevan hasta la ermita de San Frutos. Existe un aparcamiento para dejar el coche y desde allí iniciaremos un pequeño recorrido de apenas 2 kilómetros hasta la ermita románica. La bajada hacia la ermita y el final de la hoz, es uno de los parajes más espectaculares que nos podemos encontrar.

San Frutos, fue un santo segoviano, que vivió en el siglo VIII, pertenecía a una familia acomodada de la ciudad, pero decidió vivir como ermitaño entre las pequeñas cuevas de las hoces del río. Allí se retiró junto a sus hermanos Santa Engracia y San Valentín. Cuentan varios milagros de San Frutos, como la famosa cuchillada de San Frutos, una enorme grieta que abrió el santo con su cayado, para evitar ser atrapado por los musulmanes.

En el lugar donde vivieron los santos, años después, se fundó un priorato benedictino, que perteneció a la abadía de Santo Domingo de Silos. En la actualidad, quedan algunos restos del edificio y se mantiene en pie la ermita y alrededor de ella una necrópolis. La iglesia está casi siempre cerrada, algunos veranos se puede ver y el 25 de octubre, cuando se celebra el día de San Frutos.

Ermita de San Frutos

Pasando estas ruinas, podemos continuar hasta el final de la hoz y allí nos vamos a encontrar una pequeña capilla dedicada a Santa Engracia y San Valentín, hermanos del santo y un pequeño cementerio. El camposanto es usado hoy en día por los vecinos de Carrascal del Río, término municipal al que pertenece la zona.

Llegando al final de la hoz, os recomiendo, sentarse, comerse un tentempié, admirar el paisaje, puedes estar horas allí relajado y viendo la naturaleza. No faltarán grupos de buitres leonados volando en círculo muy cerca y si has llevado unos prismáticos, podrás ver sus nidos entre las rocas. Durante la época de cría de febrero a julio pueden verse las crías y cómo comienzan a volar.

Seguramente has visto la serie La Casa de Papel, recordarás a los actores en el inicio de la tercera temporada pasear por las hoces del río y de fondo la ermita de San Frutos.

Recuerda guardar fuerzas de regreso hacia el coche, es cuesta arriba. Si puedes pasar todo el día por la zona, ¡puedes comerte un buen cordero asado en Sepúlveda!

Te recomiendo para esta excursión, llevar muchas ganas de divertirte, calzado cómodo, agua, comida y unos prismáticos para contemplar los buitres.

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